5 ideas y 5 recetas para un picnic perfecto
Ya seamos de campo o de playa, aquí os traemos unas ideas originales, sencillas y muy sabrosas para un picnic divertido y renovado que sin duda gustará a todos.
Una de las cosas -quizás la única- que hay que agradecer a la crisis económica es el haber recuperado algunas prácticas que, aunque no olvidadas, sí que habían quedado algo arrinconadas, casi como cosa del pasado y hasta de la posguerra.
Uno de estos casos es el del picnic: llevarse la comida al campo o a la playa es sin duda mucho más económico que comer en un chiringuito o en un restaurante. Y este era el principal motivo de que nuestros padres optasen muchas veces por esta alternativa. Así que fiambreras con tortillas, bistecs empanados y emparedados y alguna ensaladilla eran la única opción para pasar un día de playa. Y allá que íbamos todos, en el “dos caballos” o en el “renault11” -sin sillitas ni sujecciones, temerarios padres aquellos- directos a la playa o al campo.
Y aunque algunos dicen que la crisis ya es cosa del pasado, vamos a aportar nuestro granito de arena para renovar esta divertida forma de comer, con algunas recetas e ideas que harán que, aunque vayamos sobrados de pasta, deseemos ir de picnic otra vez.
5 claves para triunfar en tu picnic
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Son muchas las cosas que tenemos que preparar ya cuando vamos de excursión al campo o a pasar un día de playa como para además volvernos locos con la comida. Si nos da la hora de comer en casa, ya no tiene sentido ir a hacer picnic. Busquemos cosas sencillas, resultonas y sabrosas, pero que nos permitan disfrutar del día. Estos son los criterios que hemos tenido en cuenta para el menú:
1. Espíritu práctico y organización
Elige o limita aquellas comidas o alimentos que necesiten (mucho) frío (la nevera es para las bebidas).
Opta por comida que se pueda preparar el día anterior es siempre un acierto que nos ayudará a tenerlo todo listo más rápidamente.
Prepara una lista con todo lo que tenemos que preparar y llevar nos ayudará a planificarnos para que no se nos eche el tiempo encima y no nos dejemos nada.
2. Evita los fritos y la comida (que necesite estar) caliente
Además de que en verano suele apetecer menos, deberemos evitar aquellos platos que se deben consumir calientes o que se alteren mucho al enfriarse: casi todas aquellas comidas que se fríen y que tan crujientes y apetecibles pueden ser en el momento, tienden a quedar algo grasientas y más bien blandengues pasadas unas horas. Unas croquetas frías, por ejemplo, no suelen quedar nunca bien, aunque las hayamos rellenado de gambas de Palamós.
3. Más que nunca, ojo con la sal
Siempre es recomendable intentar cocinar sin abusar de la sal, pero en este caso es todavía más importante salar con cautela y evitar aquellos platos que normalmente llevan bastante sal, para no tener que pasar una mala tarde, que con el calor ya nos llega. Recordad también que el uso de especias nos permitirá añadir menos sal sin echarla de menos. Por supuesto empanadillas y empanadas industriales, por lo general excesivamente saladas, son muy poco aconsejables.
4. Platos y cubiertos, los mínimos.
En la medida de lo posible, evitemos aquellas comidas que obligan a usar un plato. Los dedos son una estupenda herramienta, y aunque en casa siempre estemos diciéndoles a los niños que usen el tenedor, hoy SÍ, a usar manos y dedos, que además pueden ser chupados y lavados fácilmente en una fuente, río o en el mar.
Y si necesitamos algún plato, evitemos los dichosos platos desechables, que no hacen sino generar residuos, volcarse con el viento, romperse y dejar caer la comida, etc.
5. Aires renovados
Prohibida (solo por esta vez) la de tortilla de patata, emparedados, bocadillos y empanadas, las ensaladillas y los embutidos, vamos a intentar darle una vuelta al picnic y hacerlo algo más divertido y renovado.
El menú
Bueno, pues partiendo de lo anterior, aquí van nuestras sugerencias, aunque más que recetas lo que os vamos a dar son ideas que podáis adaptar a vuestros paladares y así desarrollar vuestros propios platos. Aquí vamos:
1. Wraps, rolls o como les quieras llamar
En lugar de los habituales bocadillos, sandwiches o emparedados, podemos recurir a esta opción. Además de salirnos de lo habitual, la mexicana tortita de maiz o trigo aguanta bien los rellenos y no se empapa y deshace con la misma facilidad que el pan. En este caso, sí que os recomendamos que compréis las tortitas ya hechas, salvo que seáis unos artistas. De todas formas, si os animáis, esto es algo que también podéis preparar el día anterior y rellenarlas por la mañana.
En lugar de presentarlos enteros, como en la foto, los podéis cortar a ruedas, de manera que se coman casi de un bocado.
De relleno podéis usar casi cualquier cosa: fiambres con queso o cremas de queso, jamón serrano con una ensalada muy picada de tomate, salmón ahumado, lacón cocido, ensaladilla, algún paté fresco, etc.
2. Dips de pollo
Unos palitos o “fingers” de pollo hechos al horno son una opción muy válida. Al no freirlos, son más sanos y aguantan mucho mejor, podemos hacer muchas a la vez y se van asando mientras preparamos otras cosas. ¡Y se pueden/deben comer con la mano!.
El día anterior
Corta una pechuga en tiras algo gruesas (evita usar un filete ya que te quedarán demasiado finas y se secarán más), y úntalas bien con unas especias barbacoa o con tu mezcla de especias o adobo favorito, y guárdalas tapadas en la nevera.
El mismo día
Enciende el horno, y mientras se calienta, pasa el pollo por tu rebozado favorito (pan rallado con algunas hierbas, frutos secos, etc.) y ponlo en una fuente de horno y a hornear. En diez minutos deberían estar listo. Déjalos enfriar, mientras haces otras cosas, antes de guardarlos, para que no suden.
3. Tu ensalada favorita
Fresca, sencilla de preparar y siempre apetecible. Mezclamos los ingredientes elegidos, aliñamos en el momento, y listo.
Por ejemplo, podemos preparar una ensalada rápida con una mezcla de lechugas, unos tomates cherry cortados, unos trocitos de queso cremoso y unos frutos secos. O añadirle unas lonchas de jamón serrano o cecina que habremos deshecho un poco con los dedos.
A la hora de servirlo, podemos usar en un vaso, en lugar de en un plato y, tras añadirle una cucharada o chorrito de aderezo, agitarlo usando otro vaso (aunque con algo menos de energía) como si de un cóctel se tratase.
Sobre posibles aderezos, cada ensalada es un mundo, pero con estos calores, algún aderezo con un toque de cítricos o con unas especias pueden ser un acierto:
- Aceite de oliva virgen, ralladura de limón o naranja, un vinagre de módena y un pellizco de sal y listo.
- Aceite de oliva, pimienta roja, orégano y un toque de sal.
- Yogur batido con aceite de oliva, sal y especias.
4. Salsas y cremas
Si, como hemos dicho, vamos a usar los dedos, necesitaremos por supuesto unas salsas o cremas en las que mojar los dips de pollo, los rolls o lo que queramos:
Guacamole: fresco, sencillo de preparar y resultón. Y lo puedes preparar el día anterior.
Humus: no necesita frío, acompaña muy bien a otros platos, y también lo puedes preparar el día anterior.
Paté de mejillones: usando como base un queso cremoso, una o dos latas de mejillones en escabeche, unos palitos de cangrejo y una cucharada de mayonesa, y tendremos un paté ligero pero muy sabroso.
5. Fruta, siempre fruta
Fresca y de temporada, siempre resulta apetecible. Para hacerla más atractiva, podemos preparar unas brochetas de frutas variadas, que acompañaremos con una salsa ligera de yogur o un helado de vainilla o chocolate bastante blando, a modo de foundie fría (vamos, que nos permita bañar la fruta). Otras opciones pueden ser la leche condensada o incluso un chocolate fundido, pero con estos calores... mejor algo fresco.
Y una recomendación que os hacemos, especialmente para verano, que al menos la mitad de los líquidos que ingiráis sean agua, para evitar abusar así de bebidas azucaradas o con alcohol que realmente solo apagan la sed momentaneamente.